O del cómo voy a hacer mi siguiente montaje:

En últimas fechas ha habido un aparente auge en el teatro mexicano de los formatos de teatro breve, confieso que me parece que es una etapa que todos debemos pasar o probar pero no me declaro  fan de hacerlo eternamente o en más de una ocasión, pero ¿qué genera este auge? Tal vez que es barato producir (mucho más barato que una obra de gran formato de duración promedio, por ejemplo), tal vez que está estructurado de tal manera que funciona, por otro lado han surgido muchas plataformas como el crowdfunding donde se “fondean” recursos directamente del espectador alegando que es el receptor final del producto, una eficaz, pero creo yo, generalizada, (en tanto que uno cree que todo lo que hacemos es para todos o a todos le interesa), forma de producir. Ya lejos quedaron esos tiempos de estudiante o de teatro universitario donde la premisa era “Que todo quepa en una maleta para poder viajar”. No se conformen con decir su discurso en 15 minutos o limitar sus propuestas siempre a “cajas negras”, ¿por qué no? Si quiero una gran producción, pues siempre hay muchas maneras de tener una gran producción, el chiste es buscarle.

©Enrique Marín

IMG_2426

Foto: La Inauguración: El instinto disfrazado de Concupiscencia

Terreno Baldío Arte, nov. 2013