Inauguro un nuevo formato de entrada, donde tratare de reseñar y reflexionar muy concretamente a los artistas claves del siglo XX y XXI a través de una única obra que englobe de manera emblemática toda su producción e incluso el movimiento al que pertenece:
Estoy demasiado triste para contártelo:
Bas Jan Ader
En esta potente imagen en blanco y negro, la emoción pura aparece desligada de su origen. La obra existe en 3 formas: película, fotografía y postales que el artista enviaba a sus amigos. A los receptores se les aseguraba que la imagen era una autentica expresión de dolor, pero no se les decía la causa, lo cual hace que la tristeza resulte más perturbadora. Enfrentado con el rostro del artista bañado en lagrimas y con la frase “Estoy demasiado triste para contártelo” que expresa de manera dolorosa la soledad de la pena, el espectador recuerda momentos similares de su propia vida. En su limitada producción de instalaciones y performances de bajo presupuesto, asi como en su obra fotográfica, Ader explora temas emotivos como la desesperación, la perdida y la separación. Con una voz suave pero elocuente es como si nos recordara esa sutil brecha que nos separa a unos de otros. En 1975, como parte de su proyecto “En busca de lo milagroso” Arder zarpó de Cabo Cod, Massachusetts, en un pequeño yate para realizar una travesía de dos meses por el Atlántico. Nunca se volvió a saber de él.


Bas Jan Ader Winschoten (Países Bajos) 1942- Cabo Cod (EE.UU.) 1975
Estoy demasiado triste para contártelo,
1970. Fotografía. 45×59 cm,
Museo Boymans-van Beuningen, Rotterdam.