Rota:

Una caja negra, el escenario ideal para este tipo de propuestas, un monólogo repartido en dos jovenes actrices que a través de su dramaturgia corporal nos empapan de un mundo, por escenografía un especie de piezas de rompecabezas verticales capaces de modificarlo todo, el conjunto adornado con música contemporánea muy “ad hoc” a la situación. La historia una especie de cátedra pseudo-minimalista del cómo a través de pedacitos de la vida de alguien se entreteje una entrañable historia que por momentos pone a flor de piel el ser mujer como protagonista.

Cualquiera podría verse reflejado pero esta especialmente prehecho para ellas y la contemporaneidad de la puesta en escena te permite dar la lectura de lo que tú como espectador necesites. Entrañable, ciertamente, por momentos, desdibujata y confusa, por momentos también. Buena propuesta del director Jair Méndez como un ejemplo de reinterpretación de la vida misma de las actrices sobre un texto dado. El tiempo de representación tal vez es lo mas raro, ni larga ni corta, una progresión lineal marcada que esconde el climax y los altibajos. En general se sentía y se respiraba un ambiente de frescura, de juventud, de  inmadurez en la experiencia escénica en si en todos los aspectos, lo cual esperemos que conforme pasen las funciones vaya madurando en una lógica evolución del montaje hacia algo aún más transgresor y conciso. Buen intento.

©Enrique Marín

ROTA
Direción de S. Jair Méndez
Con Tania Barrientos, Astrid Romo y Amaru Olguín
Compitiendo por un lugar en el XVIII Festival Nacional de Teatro de la UNAM Proximas fechas.
[Infinitas gracias a Hector Ortega por la foto]