Bernardino,

Teatro Itinerante:
Escrito y dirigido por Daniela Sanchez Reza:Es sábado en la noche, me encuentro terminando mi rutina como estatua viviente en un festival en un nuevo corredor cultural dentro del centro histórico, en la calle de Regina, de pronto me llama la atención aproximadamente 15 personas que pasan frente a mi cargando todo tipo de andamios e instrumentos, vestidos completamente de negro, los veo instalarse a mi derecha y en menos de 3 minutos levantar un escenario nada improvisado en una de las esquinas de la calle, no recuerdo el nombre de la obra, (era un nombre de mujer) la temática: la eterna inconclusa de la migración en nuestro país. El fenómeno interesante que rescato de la propuesta es el ver como la gente esta sedienta de teatro, de arte en general, realmente sedienta. De no haber un alma a todo lo largo de la calle, empezaron en un segundo a salir cual ratas de cuento clásico de todos los restaurante, galerías y bares aledaños, también muchos transeúntes se detuvieron para convertirse en espectadores, me pareció increíble como todavía se pueden congregar grandes públicos para ejecuciones de esta naturaleza, en menos de 5 minutos ya tenían un publico de mas de 100 personas dispuestas a la manera de la comedia del arte italiana.La obra en si es buena: mezclando elementos de la band mime con diálogos con un toque de mexicanidad logran contar una verosímil historia sobre la perdida del origen y la decisión de crecer: un joven tiene que decidir entre dejar el amor de su madre y su prima, así como su milpita para irse a los estados unidos a talachearle junto con su papá. Del grupo de actores en total la mitad actuaba intercambiando los roles de los personajes, incluyendo animales ambientales que le daban un toque muy divertido a la obra, la otra mitad tras el escenario creaban los sonidos de todo lo que pasaba en escena, valiéndose de latas, botes, piedras y todo objeto cotidiano que se prestaría para eso. Sobresale la técnica en estos jóvenes actores egresados del CUT, ya que el foco de la gente se pierde en un abrir y cerrar de ojos pero ellos sabían como mantenerlo, también la técnica vocal, pues valla que es difícil hacerse oír en la calle, sobresalían los aprovechamientos del espacio de la voz, por así decirlo, por ejemplo cuando hablaban al piso lo aprovechaban para rebotar su voz por todo el espacio. Al final un interesante rompimiento “Brechtiano”: la obra se pausa y uno de los personajes pregunta al publico sobre el destino del protagonista: ¿se ira a los Estado Unidos o se quedara en su pueblo? Con las palmas de sus manos el público, en su mayoría niños decidieron que se quedara y gozara del amor de su prima. Al final varios minutos de aplausos, pasaron la gorra, la llenaron de monedas, y así como llegaron, se fueron, me gusta imaginar que a otra calle vecina a repetir el acto una y otra y otra vez, hasta que la sed de la gente se satisfaga.

 

(Si la dramaturga y directora es mi prima Daniela, aqui el link de contacto: bernardinoteatroitinerante.blogspot.com/)

 

©Enrique Marín